Actualmente nos encontramos frente a un momento atípico en el que se ha modificado de manera significativa la cotidianidad y el estilo de vida de las personas, para la mayoría de personas que viven en pareja, la cuarentena implica estar con sus parejas todo el día, todos los días, contrario a la cotidianidad en la que cada uno hacia diferentes actividades en diferentes espacios. El aislamiento puede a su vez generar frustración, mal humor e incluso irritabilidad, lo que puede impactar la convivencia aumentando la frecuencia y nivel de conflicto al interior de la relación.
¿Qué puedo hacer para “calmar los ánimos” y reducir el impacto del conflicto?
- Cuide de usted mismo: Si usted trabaja en su propio estado de ánimo manteniéndolo regulado puede disminuir la tendencia estar irritable, lo cual puede ayudar a su vez a disminuir las peleas. Es importante que se dedique tiempo para usted, y cuando su estado de animo decaiga busque opciones (apoyo social, descansar, hacer ejercicio, meditar, etc.)
- Anticipe: En la convivencia es frecuente encontrar conflictos alrededor de temas recurrentes: quehaceres de la casa, manejo del dinero y crianza de los hijos (en caso de tenerlos). Determine cuáles son los temas recurrentes de discusión y haga acuerdos en consenso antes de que vuelvan a generar malestar.
- Salga de la monotonía: Estar en casa no implica que todo el tiempo sea dedicado a deberes y descanso. Es importante hacer actividades positivas juntos, planee “citas” con su pareja durante la cuarentena (cocinar algo especial, ver una película con palomitas, etc.)
¿Qué formas de actuar intensifican los conflictos?
- Leer la mente: En relaciones largas es frecuente pensar que conocemos también a nuestra pareja que sabemos lo que piensa o los motivos por los que hace las cosas, sin embargo SIEMPRE podríamos estar equivocados, muchos conflictos surgen de nuestra manera de interpretar situaciones que pueden tener otra explicación, pregunte antes de asumir.
- Escalar la discusión: Cuando estamos molestos tendemos a hablar más fuerte que el otro o decir algo que “duela más”, cuando esto ocurre caemos en conversaciones que con frecuencia no resuelven la situación y por el contrario afectan la cercanía emocional de la pareja.
- Dele solución a las diferencias: Muchas veces dejamos los puntos de desacuerdo en el aire “por no pelear más” lo recomendable es retomarlos cuando puedan conversarlo y estén calmados pero no llegar a acuerdos o hablar sobre los sentimientos podría resultar en conflictos posteriores.
¿Qué puedo hacer para “calmar los ánimos” y reducir el impacto del conflicto?
- Escuche más defiéndase menos: Trate de dedicar el primer momento de las conversaciones alrededor de conflictos en exponer y entender la perspectiva de cada uno sobre la situación, verifique que entendió bien lo que piensa y siente su pareja antes de responder, es posible que no estén de acuerdo pero es importante que usted comprenda cuál es la diferencia para encontrar un termino medio.
- Hable desde usted: Evite orientar la conversación en torno a la revisión de situaciones pasadas (tu dijiste y yo te dije y luego tu hiciste), hable de lo que usted siente y piensa (“yo pienso que, yo me siento, etc.).
- Pare la discusión si uno o los dos están alterados y retómela luego: Si percibe que alguno o los dos está “escalando la discusión” o no está escuchando, pare la conversación, le puede ayudar acordar con anterioridad una palabra amable que va a señalar que es mejor no hablar en el momento, ¡retome la conversación cuando los ánimos hayan bajado, no lo deje así!
Realizado por:
María Alexis Martínez
Psicóloga Clínica