Quedar embarazada no es tan fácil. Desmontamos algunos mitos.
Las amigas de Silvia le dicen que si se queda muy quieta después de mantener relaciones sexuales, tendrá más posibilidades de quedar embarazada. A Carolina le dijeron que según el día del ciclo en el que tuviera relaciones, tendría más posibilidades de tener un niño o una niña. Ninguna de estas dos creencias tiene base científica alguna; entonces, ¿Cómo conseguir un embarazo sin recurrir a esos pretendidos métodos-milagro?
Lo primero que tenemos que tener presente es que el ser humano tiene uno de los índices más bajos de reproducción entre las especies de la Tierra. La posibilidad de que una mujer en edad fértil y sin ningún problema médico quede embarazada es de tan sólo un 17%, y únicamente el 25% de ellas lo consiguen en el primer mes. Estas probabilidades decrecen cuando la mujer tiene más de 35 años.
Así pues, el embarazo no es tan fácil de conseguir. Algunos falsos mitos y creencias sin base científica son:
– El embarazo se consigue manteniendo relaciones sexuales con una frecuencia muy elevada
Falso. En condiciones normales, el semen necesita unos dos días para recuperar concentración y movilidad, por este motivo es recomendable mantener relaciones sexuales en días alternos.
– El sexo del niño dependerá del día del ciclo de la mujer
No hay, por ahora, ninguna evidencia científica que lo demuestre. Y dado que los espermatozoides pueden permanecer activos durante varios días en el cuerpo de la mujer, es prácticamente imposible saber en qué momento exacto el óvulo es fecundado.
– Hay posturas que ofrecen mayores probabilidades de embarazo
Mientras el espermatozoide llegue donde tiene que llegar, no existe una postura mágica: si que es cierto que las contracciones de la mujer durante el orgasmo facilitan ese tránsito.
No alarmarse antes de tiempo y pedir consejo profesional
Hay parejas que consiguen quedar embarazadas durante el primer mes, sí, pero son las que menos. Muchas tardan entre dos y tres meses, y la inmensa mayoría -hasta el 85%- no recibirá la buena noticia hasta al cabo de un año. Dentro de esos plazos no hay que alarmarse ni buscar pócimas mágicas. Si no hay un problema concreto, la naturaleza seguirá su curso y todo ocurrirá a su tiempo.
Entonces, ¿cómo saber si existe algún problema de fertilidad? Ante todo, hay que tener presente la edad: a partir de los 35 años los óvulos empiezan a perder su capacidad reproductiva y por tanto, las posibilidades de conseguir el embarazo son inferiores. Cuando se supera esta edad, y si al cabo de seis meses intentándolo no hay novedades, es recomendable acudir a un especialista para descartar cualquier problema de fertilidad, que puede ser de él, de ella, o de los dos.
Hoy, los avances en Reproducción Asistida han permitido a miles de mujeres cumplir su sueño de ser mamá. Las últimas técnicas de inseminación artificial o fecundación in vitro, hacen posible esta posibilidad puede hacerse realidad y en un plazo mucho menos largo que de forma natural.
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