El futuro padre tiene tanta necesidad de apoyo como la mujer que sigue el tratamiento.
La Reproducción Asistida es una experiencia complicada y emocionalmente dura. También para el hombre. Él sufre tanto como la mujer al no llegar a formar una familia, aunque no lo exprese abiertamente. Puede parecer insensible o dar a entender que lo es para aparentar, o bien para dar apoyo a su pareja, pues sabe que está sintiendo un dolor muy profundo.
Al miedo de no llegar a conocer la paternidad, se añade el temor de que la mujer que ama no conozca la alegría de la maternidad, y empieza a pensar en las consecuencias de este fracaso para el futuro equilibrio de la pareja. Su autoestima se resiente, ya que no sabe cómo resolverle este problema a su pareja. Le encantaría aliviar el sufrimiento mental y físico.
Se siente inútil y pasivo, y sin embargo lo que realmente le gustaría sería encontrar una solución para esta situación. Tiene la sensación de no llevar ya las riendas de su propia vida, y dificultades para aceptarlo. Sufre la pérdida de intimidad en la pareja, en su vida, donde ya no hay sitio para la pasión y el deseo, donde la ausencia de niños se hace omnipresente. Se siente diferente de sus amigos que ellos sí son padres y se sienten plenamente colmados con su paternidad. Puede sentirse aislado, pero quejarse le parece inapropiado. Entonces es cuando se encierra en sí mismo, cuando se pasa más horas trabajando o cuando tiene más ganas de salir, pero su único deseo es que el tratamiento funcione lo antes posible.
Por esto, el futuro padre tiene tanta necesidad de apoyo como la mujer que sigue el tratamiento. Necesita que le guíen y le ayuden para superar esta prueba. Habla con él, es importante mantener un diálogo abierto y sincero y una comunicación constante en la pareja. Pregúntale por sus dudas, sus miedos y sus angustias, déjale expresarse. Vayan juntos a consultar a un psicólogo, o incluso a un sexólogo, si tienes la sensación de que tu pareja se está viendo desbordado por la situación. ¡Déjale que llame al laboratorio, que vaya a la farmacia o que pida las citas, para que tome un papel activo en esta lucha! Tu pareja tiene perfectamente su lugar y, aunque la consulta de ginecología pueda intimidarle, su presencia es indispensable… ¡La infertilidad es un combate en el que deben luchar los dos!
El hombre que se convertirá en padre gracias a la Reproducción Asistida será, en todo caso, un papá diferente y totalmente volcado en su paternidad, puesto que habrá experimentado el temor de no poder vivirla nunca. Su deseo de tener un hijo se habrá multiplicado con las dificultades, hasta el punto de que será un padre excepcional, entregado y cariñoso, bien consciente del tesoro que crecerá a su lado… e infinitamente agradecido por esta alegría y esta felicidad que ha podido conocer gracias a ti.